El sistema visual nace muy inmaduro, en comparación con otras rutas de entrada de información, pero con las experiencias que el niño va recibiendo a través del movimiento, va madurando hasta convertirse en el sentido dominante. A los 6 años, el sistema visual debe estar perfecto para poder enfrentarse a todas las tareas escolares. La ruta visual nos proporciona el 80% de la información que recibimos, ¡merece la pena que sea lo mejor posible!

Por esta razón, es muy importante hacer revisiones desde muy temprana edad, para asegurarnos que cada etapa se está desarrollando adecuadamente y, además, así se podrán detectar muchos futuros problemas y se intentarán resolver lo antes posible.

No es cierto que no se pueda evaluar el sistema visual de los niños. Incluso cuando aún no son capaces de hablar se puede evaluar su visión de manera objetiva, solamente hay que hacer las pruebas adaptadas a su nivel y saber cuál es la norma para cada edad y sobre todo, tratarles con mucho cariño para que se sientan cómodos y podamos obtener mucha información.

Recomendamos por tanto la revisión de la vista de los niños en estos momentos:

• A los 6 meses
• A los 2 años
• A los 4 años
• A partir de los 5 años, una vez al año.

Mejor prevenir que curar, y más en algo tan importante para el desarrollo integral de nuestros hijos como es la visión.