¿Qué son?
Son “actos reflejos” que permiten al bebé sobrevivir.
Deben integrarse para que el niño pueda dar después respuestas motoras voluntarias.
Su evaluación, nos permite conocer el desarrollo neurológico y motor del niño.
La no inhibición de estos reflejos, indica una inmadurez neurológica.
Y, yo o mi hijo ¿lo necesitamos? Si, si has notado algunos de los siguientes síntomas:
Problemas de atención.
Problemas de lectura.
Dificultad de enfoque en cerca y en lejos.
Dificultad para realizar movimientos oculares.
Mala lateralidad.
Mala coordinación ojo-mano.
Estrés visual y general.
Problemas posturales.
Mala motricidad gruesa y fina.
Mala pinza.
Dificultad para deletrear.
Problemas espaciales.
Dificultad con los deportes.
Mala memoria.